Monday, May 07, 2007

Libros de fotografía


A veces me canso de esta disputa entre fotografía análoga y digital, nadie va convencer a nadie sobre las ventajas de uno u otro. Cada cual a lo suyo.
Estoy de mudanza en estos días y embalo libros, los que van reapareciendo a veces como amigos un poco olvidados, pero siempre fieles e incondicionales.
Algunos ya tienen cuarenta años de presencia en mi vida y esperan calladamente en los anaqueles que vuelva a visitarlos.
Paso mas tiempo entonces hojeándolos que metiéndolos en cajas.
Algunos de ellos son :
- Ralph Eugene Meatyard , editorial Steidl
- Paul Strand, siempre Strand, cualquiera de ellos especialmente los que no pienso devolverle a mi amiga Tere Cruz.
- Bill Brandt, ediciones La Martinière y la biografía (ya me acordaré del autor)
- Francesca Woodman, Fondation Cartier
- Scrapbook de Cartier Bresson
- Paolo Roversi, Nudi
- Bellocq
- Camera Oscura de Abelardo Morell
- Ryuji Miyamoto editorial Steidl
Todos estos títulos se encuentran en Amazon.com y en la librería de Barcelona (muy buena por cierto) Kowasa.com
Éstos son los que estoy embalando ahora, no son ni mucho menos todos los que me gustan. Cuando esté instalado en mi nuevo hogar quizá haga una lista con bibliogarfía recomendada y mínima para los críticos.
A prepararse que ya viene al Bellas Artes la exposición de Robert Frank. Hay que leer "En el camino" de Kerouak y ver algunas de las películas del mundo autocomplaciente de Hollywood de esos años. Enfrentarlo con las imágenes de la revista Life y el National Geographic, dos importantes formadores de criterios fotográficos de la época. A esas visiones es a la que se contrapone el mundo de Robert Frank y el fracaso de ventas y crítica en ese momento de su libro "The Americans" ( las reediciones posteriores están disponibles, y es un libro que HAY que tener) Su mundo tiene puntos de encuentro con Sergio Larraín y sobretodo abre caminos posibles aún hoy en día.

Tuesday, May 01, 2007

Mucho ruido y pocas nueces

Imagen digital en color (me gustan contradecirme)


Fui este sábado con un grupo de alumnos al Museo de Artes Visuales, que por lo demás es un magnífico museo en la Plaza del Mulato Gil.
Un par de amigos me habían recomendado calurosamente la exposición, sabiendo de antemano que la fotografía alemana de postguerra no es de mucho interés para mí.
Y así fue.
Grandes ampliaciones en color y series de fotos serían, según el catálogo, los mayores aportes de esta escuela.
Las gigantografías me parecen otro intento desesperado y un poco pueril de acercarse al gesto del pintor frente a la tela. La longitud del brazo da entonces una dimensión, el autor frente a un espacio que debe ocupar con su trazo. ¿Qué significado tiene entonces esa dimensión grande en la fotografía? A lo más un acercamiento a las vallas publicitarias en el camino, o el decorado de las vitrinas de las multitiendas. Siempre he creído que la fotografía vive mal en los muros, no es decorativa porque sus interrogantes son muy inquietantes y agotan a quien intenta convivir con ellas.
Sospecho que tenemos nuevamente una operación de marketing para reemplazar la plástica, con su lenguaje de instalaciones, por un substituto mas digerible al consumo.
Siempre recuerdo las exposiciones de Kertesz en París y de Man Ray en N.Y. con copias de época pequeñas, algunas eran sólo contactos de 4 X 6 centímetros que te obligaban a meter la nariz en la obra y entrar en un contacto íntimo de enorme impacto emocional.
Pero volvamos a la exposición alemana. Las obras de Thomas Ruff reproducidas en un libro y alejadas del discurso grandilocuente del gran tamaño no me producen el menor interés.
En cuanto a la serie ¡Vaya novedad! Uno de los elementos del lenguaje fotográfico es aislar el tiempo y el espacio, la serie nos lleva también a la parodia de otro lenguaje: el cine, ya que no se tuvo el coraje de la selección.
Así es que aquí tenemos una muestra que parodia otros lenguajes, es un sucedáneo, una pseudo
plástica y un pseudo cine.
Según el "Diccionario de uso del español" de Maria Moliner: SUCEDÁNEO "se aplica a una sustancia con la que se sustituye o suple otra que falta, escasea o resulta muy cara" y también "se aplica a algo que se considera una mala imitación de otra cosa"
Habría preferido ver una muestra del gran fotógrafo alemán Helmut Newton, quien bajo la apariencia de fotos publicitarias y de moda nos entrega fantasmas desgarradores de su mundo interior. Pero claro, es un autor despreciado por las elites de curadores... ah! y por cierto Horst, de quien acabo de ver una foto suya en remate que no conocía.
El domingo pasado "El Decano", como le dicen, repitió obsecuentemente el texto del catálogo, incapaz de emitir una opinión propia, dos páginas malgastadas en lugares comunes.
Nos falta una crítica capaz de ir más allá de solamente haber leído y repetir hasta la saciedad a Sontag o Barthes, que conozcan autores como Meatyard, Hosoe, Woodman, Klein, Plowden , Gibson, por nombrar sólo a algunos, y que no se limiten solamente a repetir citas inexistentes de Cartier-Bresson sobre el instante decisivo. Los análisis debieran tener que ver con el lenguaje personal y no sobre el despliegue técnico con el que tratan de abrumarnos estos alemanes.

Según Shakespeare: mucho ruido y pocas nueces.

Estamos muy lejos de aquella memorable muestra de Chema Madoz el año pasado en el mismo museo.

Tanto tiempo y ahora sin fijador


Así es, tanto tiempo sin asomarme a mi blog.

Excusas millones, pero que sirven de poco, quizás estos últimos meses ha bajado mi nivel de ira, motor básico para escribir en los blogs.

Ahora reinicio

CÓMO PUEDE SER POSIBLE QUE DEJEMOS DE TENER ALGO TAN BÁSICO COMO ES EL FIJADOR EN BLANCO Y NEGRO.........POR DOS MESES!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Exijo una explicación! como diría condorito.

El humilde hiposulfito de sodio desaparecido por sesenta días porque a los dos importadores que hay en nuestro país se les acabó!!!!, y para reponerlo hay que esperar el viaje en barco, donde aparentemente no hay reglamentos que los prohiben, como en el avión.
Nuestro añorado hiposulfito está en la base de la invención de la fotografía, sin él no existirían ni negativos ni copias en papel.
Poniéndonos histéricos y con delirios de persecusión, pareciera ser un complot de las manadas digitales para hacernos abandonar las sales de plata.
No señor...resistiremos...viajaremos al otro lado de la cordillera...como en los años 80 se realizaban encuentros culturales cuando aquí se prohibían. En tiempos de infortunio siempre recurrimos a nuestros hermanos argentinos. Primero fué San Martín el que nos trajo la independencia, porque aquí O'Higgins no pudo solito, y luego las reuniones culturales con los exilados impedidos de entrar a "la copia feliz del edén" (hasta nuestro himno habla de que somos la copia de algo, nunca el original.)
Ahora camaradas de las sales de plata...la contienda es desigual...pero a no rendirse.
Allons enfants!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Ironías de la vida.
Un importador me pidió probar una linea de sus cámaras digitales y realizar mis imágenes con plena libertad para promocionar su producto... a mí y no a un devorador de tarjetas de memoria y photoshop.
Importarán doscientas mil cámaras de esa marca en Chile.
Entonces camaradas, estoy pensando cobrar mis honorarios en importación de hiposulfito y distribuirlo gratuitamente entre los usuarios de Ilford (la única película decente ... aunque no me pagan por decirlo). Así sería una especie de Robin Hood de la fotografía. plop!